que en algún reducto de la memoria de Samuel Sánchez exista el recuerdo
de haber visto en televisión una película dirigida por Richad Fleischer
en 1966 titulada “Viaje alucinante”. En ella un grupo de científicos
reducían un submarino nuclear a tamaño microscópico para introducirse en
el torrente sanguíneo de un ser humano y salvar su vida. O, tal vez, su
idea de pequeños seres viajando a través de venas, arterias y músculos
provenga de la serie de animación francesa llamada “Érase una vez… la
vida” emitida por Televisión Española en el año 1987. Hayan servido (o
no) estas ficciones como inspiración para el químico español, lo cierto
es que actualmente Sánchez es una referencia mundial en las
investigaciones con minúsculos robots que serán utilizados en un futuro
cercano para curar enfermedades como el cáncer.
Obviamente los nanorobots diseñados por Sánchez no tienen cabinas de
mando repletas de lucecitas…
Ver la entrada original 194 palabras más