He decidido dedicar esta semana al conocimiento de algunas de las distintas bibliopatías que aquejan a muchas personas. Sin saberlo, muchos de nosotros podemos ser «víctima» de alguna de las siguientes patologías literarias, es decir, todos podemos ser Enfermos del libro. Analicemos el primer caso:
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El lector del libro ajeno (bibliocleptómano), es muy simple de describir, es aquél amante de los libros que lleva más allá su pasión robando ejemplares para su propio gozo. Es quizá la más grave patología, sobre todo para el agraviado. Este individuo actúa en librerías, bibliotecas públicas, e incluso, en las personales. Este definición también aplica para aquélla persona a la que se le ha prestado un libro y jamás lo devuelve a su dueño. Se le acusa al bibliocleptómano de ser el causante de la aparición de los bibliótafos, es decir, aquéllos que coleccionan gran cantidad…
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