Originalmente publicado en Noel Salinas:
Déjame, hermosa, que te cuente un cuento déjame, Laura, que la noche es breve deja mientras el cielo no me llueve Déjame, hermosa, que te cuente un cuento. Era una vez un corazón contento que rojo, de rubor, fingióse rosa iba, en verso, silbándote una prosa y en cada sístole…